Manifestaciones clínicas

De forma general puede decirse que los agentes etiológicos del cuadro clínico de la hepatitis viral aguda, a pesar de ser muy diferentes, ocasionan un síndrome clínico similar, donde no es posible precisar el agente causal por las manifestaciones clínicas, ni por los resultados de las pruebas bioquímicas.
La evolución de la hepatitis viral aguda típica se divide en cuatro períodos:
Período de incubación
Período prodrómico
Período ictérico
Período de convalescencia

Esta forma típica de presentación sólo se manifiesta en el 10% de los pacientes, de ahí que se hayan descrito varias formas clínicas de presentación de la hepatitis viral aguda:
Hepatitis inaparente
Hepatitis anictérica
Hepatitis colestásica
Hepatitis prolongada o de lenta resolución
Hepatitis recurrente o recidivante
Formas graves: Hepatitis hiperaguda, fulminante y subfulminante
Otras formas de presentación: Con componente autoinmune (en el curso de la hepatitis viral aguda por virus B y C). Aparecen manifestaciones cutáneas (erupciones urticariformes), articulares (artralgias, artritis), vasculitis, glomerulonefritis membranoproliferativa, poliserositis, neuropatías, crioglobulinemia, etc.

Exámenes de laboratorio

Pruebas bioquímicas: T.G.P, T.P.O, bilirrubina, fosfatasa alcalina, etc: Elevadas.
BH. con diferencial: Neutropenia con linfocitosis.
Eritrosedimentación: Elevadas levemente al inicio de la enfermedad.
Glicemia: Disminución en los casos graves.
Pruebas de coagulación:: Alterado en dependencia de la agudeza de la enfermedad.
Cobre en sangre, ceruloplasmina, tipaje y fenotipo, estudios serológicos para establecer el diagnóstico diferencial.
Marcadores virales: Son imprescindibles para llegar al diagnóstico etiológico de las hepatitis virales.
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